EL NACER DE UNA GUAMPUDA

Dicen que las guampas duelen sólo cuando empiezan a salir pero créo que no es cierto... a no ser que a demás de guampuda yo séa una tipa mazoquista y aunque ya las tengo de dimenciones extra-gigante sigo sufriendo como el primer día que me enteré que las poseía..... Andaba orgullosa por el mundo representando el papel de mina superada, divertida y bien casada mientras los demás me dejaban ser y para sus adentros se reían de una realidad mucho más jodida de lo que yo imaginaba.Eso si, de lo que estoy orgullosa es de que mi maridito nunca fué un tipo discriminador.....todo le venía bien: gordas, flacas, negras, rubias y no se salvó ni una enana que pescó en la playa tomando sol en toda su diminuta estatura....Pero la historia es larga y para seguir necesito ir ordenando los capitulos y lijarme un poco las guampas